choque de épocas, el pardalot, ofelia aparici

Situado en Courtrai, esta edificación es el fruto de una larga historia, partió de una construcción clasificada de monumento histórico, se llamaba La Patria en origen del siglo XIV. Reencuentro entre lo antiguo y lo contemporáneo. En el siglo XVIII, después de un incendio devastador, esta edificación del siglo XIV, fue reconstruida a la manera tradicional, con el paso del tiempo ha sufrido diferentes renovaciones y cambios radicales. En 2015 se hizo una restauración a fondo. El nuevo propietario, ha decidido concebir la edificación, en apartamentos de alto standing. Llamó al arquitecto Tom Adins de la agencia Adins-Looveren para la gran obra, y al decorador de interiores Bob Bulcaen, después de un intenso trabajo, decidieron crear un concepto completamente moderno, que respetara la historia del lugar y sus vestigios. Sophie y Gregory son los propietarios de un apartamento, han querido resaltar la magnífica carpintería que se consigue con el blanco inmaculado de los muros, mullidos cojines, alfombras de lana, todo pensado para el descanso.

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La decoración se inspira en el estilo nórdico. El blanco es el tono rey refleja la luminosidad del espacio, acompañado de tonos cálidos a juego de la magnífica carpintería del techo, tonos cálidos en los sofás, en almohadones por todas partes. Esculturas en plumas traídas de exóticos viajes.

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Eclética composición, alrededor de un busto en escayola de Platón, lámpara»Toio» Flos. Silla basculante»RAR» de Charles&Ray Eames. Manta de mouton de Maison Thuret.

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En la restauración se conservaron todos los parámetros, la carpintería original fue desmontada y numerada para su nueva instalación, el aislamiento se ha hecho desde el exterior, Para aportar luz y ritmo se han puesto numerosas ventanas de techo de Velux. En el suelo las rendijas de la calefacción aportan el toque gráfico. Vajilla y cubiertos de Caravane, esculturas de renos de Floralux. Mesa y sillas de Spoing.

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Realizada a medida en estrafito imitando el ébano, con una encimera en corian, la cocina forma un estuche negro sobre la imponente carpintería, encima en la buhardilla se encuentra el dormitorio de los niños.

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Mesa y sillas contemporáneas de Spoing. De alfombra una piel de reno de Maison Thuret.

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En el cuarto de baño se ha utilizado el mismo material que en la cocina, el estrafito imitando la madera de ébano, se alía con el mármol consiguiendo un distinguido toque, espejo, lavabo bañera en Corian, todo realizado a medida. Objetos traídos de diferentes viajes. Los elementos de origen y las técnicas de hoy, se unifican por una arquitectura duradera y magnifica.

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El dormitorio de Elliot se ha concevido como una nave futurista, con sus néons luminosos que casan a la perfección con el mobiliario blanco lacado brillante, la hamaca traída de Méjico, linea de cama de Gabrielle (Paris). Mobiliario blanco de Arlex.

Art&Décoration, nº529

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