Willian Morris decía: Estar rodeado de objetos bonitos, te hace la vida feliz. No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación. Me encanta organizar espacios, colocar objetos, muebles especiales, regodearme en los cambios, encontrar después de haber pensado mucho, la pieza especial. Cuando en «Oliva Terra»( Manufactura Levantina de azulejos, piedras, mármoles, de gran calidad) Elegí suelos, baños, cenefas etc, para mi casa, me dijeron: Jamás hemos tenido una clienta tan decidida y que haya tardado tan poco tiempo en la elección. No sabían, la cantidad de horas que llevaba pensando e imaginando como quería mi casa, lo tenía todo pensado, buscado recortado, clasificado en diferentes archivadores, en fin clarísimo. Tengo la capacidad, de ver el resultado en mi imaginación, y si digo esto cabe en este sitio, no me equivoco, esta capacidad se debe a la experiencia, a la multitud de stands feriales que he montado en mi trayectoria profesional como anticuaria. Y por supuesto mi lema «No tener prisa» Comprar por comprar nunca, solo cuando encuentras algo especial, que te llega al corazón y por supuesto bonito y útil.
El mobiliario policromado,( Palabra que no le gusta a mi Mac, constantemente me corrige por polícromo) Existe desde la «Noche de los tiempos» En las tumbas egipcias, en el ajuar de los faraones, se encontraron: Camas, sillas y diversos objetos, pintados en vivos colores. Mis estilos favoritos, son de épocas más recientes. Sobre todo, domino el mobiliario provenzal francés de los siglos XVIII y XIX. Es un mueble de un estilo más rústico y que en mi opinión, es ideal para las casas de campo, también depende de las tipologías, una impresionante consola dorada es de estilo palaciego. En la foto de arriba, una pequeña mesa escritorio y un espejo, decorado con «Chinerias» este tipo de decoración estuvo de moda en Europa el siglo XVIII, imitaba a la laca China, proceso muy costoso, por otra parte muy difícil de realizar, ya que la fórmula de la laca se guardaba con celo por los productores.
Esta ha sido mi última adquisición, una pequeña cómoda de estilo y época Luis XVI, muy elegante, muy recta y pintada en mi color favorito, un azul-gris, tono eminentemente francés. Y encima de la cómoda, la televisión, pues sí, cualquier pieza con estilo, se adapta a la perfección a la nueva vida.
Un troumeau, me encanta esta tipología, lleva pintura en la parte superior, aquí, representa un jardín Versallesco, este adorna mi comedor, refleja la luz que entra por la ventana, un resultado espectacular. Por supuesto el espejo es de mercurio, de época con sus faltas y mostrando el paso del tiempo, jamás cambiaría un espejo de época.
Una pequeña mesa totalmente rústica llena de sencillo encanto «Charme» se dice en francés, el estilo rococó, se percibe en el faldón recortado con movimiento y en la pata, que aunque gruesa tiene movimiento el alzado, y el color, maravilloso, ese azul-grisáceo, que me apasiona. La encimera de la mesa es de piedra, pizarra natural en tono negro, «Fabulosa».
Consola, pertenece a una pareja, un mueble de apoyo que se utilizaba en los comedores, en esta pieza no creo sinceramente que haga falta más función que su elegante presencia, pero en una cena, puede servir como mueble auxiliar donde exponer: Bandejas,vajillas, cuberterías etc. Esta está tallada con primorosa ejecución, la talla plateada, no dorada, el dorado es más elegante, más palaciego, el fondo en tono ocre, la encimera de pizarra, este detalle le proporciona ese toque rústico, la talla es de estilo rococó, en mi opinión al estar la consola pintada, en vez de toda dorada, no resulta tan grandilocuente, tiene ese toque «Rústico Chic» que me encanta.
Tengo mueble policromado hasta en la cocina, como esta alacena en tono gris deslavazado, estas piezas se utilizaban para guardar vituallas, la razón por la cual en las puertas ponían tela metálica, así evitaban el acceso a roedores, y por supuesto, las puertas con cerraduras, así controlaban lo que había en la despensa. Como se aprecia es un mueble de manufactura sencilla, no tiene talla, ni movimiento en alzado, era para lo que era, una alacena práctica, fantástica pieza.
Estas alacenas por dentro se pintaban de otro tono, normalmente tonos fuertes, la mía es de un rojo anaranjado, puedo imaginar que se debía a mantener resguardados los alimentos. La sillería que tengo en la cocina, la mandé pintar, aseguro que ha pasado de una madera obscura triste, ha adquirido luz y presencia.
Hasta los píes de lámpara policromados, Estos son candeleros (candelero, de un solo brazo, candelabro varios brazos) De Iglesia. No todas las Iglesias tenían presupuesto para tener candeleros en bronce y menos en oro, Encargaban al tallista local el modelo en madera, los doraban parcialmente imitando el oro. Esta pareja los mande electrificar, todo el sistema por fuera, nunca agujerear la madera, la pieza no se toca, yo personalmente tengo un gran respeto por los objetos del pasado, preservar su autenticidad, aunque acoplando el objeto al nuevo uso.
Biblioteca de dos cuerpos, grande¡¡¡ Pues está a tope de libros de Arte, en fin, lo que me gusta y lo que he estudiado. Policromía en mi color, de estilo neoclásico, con medallones en las puertas inferiores que representan cabezas de medusa. Esta biblioteca la adquirí en Francia en cualquier de las ferias que he asistido, y la mandé policromar, a la manera tradicional, por un restaurador francés, los vidrios de las puertas, son de época de la misma que la pieza siglo XIX, el zócalo inferior, imitando el mármol, no fue un capricho, era una técnica que se utilizaba, imitar el mármol, para conseguir dar más importancia a el mueble.
Mi pieza especial, y donde descanso y ordeno todos mis proyectos, cama de Olot del sigloXVIII, al más puro estilo rococó, reproducido desde la mirada de un estilo rústico, con sus zonas parcialmente doradas, para conseguir enriquecer la pieza, y con su sorprendente escena profana en la decoración del cabecero, un paisaje con un cazador. Las representaciones religiosas: Virgenes, santos, crucificados etc. era lo normal. Como ya he comentado, la gente en el siglo XVIII, moría en su casa, en su cama, de alguna manera con las representaciones de índole religioso, se sentían acompañados en sus últimos momentos.
Mi gran trumeau en el salón, encima de la chimenea como debe ser, en el copete una escena bucólica, romántica, como era tan de moda en la época, ambientada en un jardín, un pájaro picotea cerezas de un frutero de porcelana de Delft, estos espejos, eran parte de toda una boisserie, maderas policromías o en natural, que cubrían todas las paredes de la estancia. Teniendo en cuenta que los techos eran altos, el espejo coincidía con la lámpara que pendía del techo, de esta manera la luz de las velas se multiplicaba por toda la pieza.
Aquí con mis hijos «Alanos» Estoy segura que como a mí, les encantan los objetos bonitos, y a ellos además las salchichas….Cualquier pieza del reportaje, me la podeís encargar, no la expuesta, pero sí similar, bueno, la expuesta …..Todo tiene un precio.
Por Ofelia Aparici.
