Los tonos suaves declinan hacia los azules-grises, los viejos rosas y tintes malvas, resultado una atmósfera suave y acogedora en el primer piso donde se han instalado los dormitorios en esta antigua edificación de la isla de Oléron.
El dormitorio de las niñas, todo con la elegancia de antaño, los tableros de madera pintados en azul que hacen las veces de cabeceros, aportan el toque marítimo que se respira en toda la casa. (Que buenísima idea)
Muebles y boiseries patinadas, crean un unificado ambiente al mismo tiempo luminoso y relajante, una decoración donde la declinación del tono rosa con toques malva es el hilo conductor.
Viejas puertas, lavabos antiguos, almohadones bordados, vigas y piedras antiguas, el ambiente es de una verdadera casa de familia tradicional.
Un universo en vía de extensión. Pequeños objetos elegidos, espíritu «Borde del mar», suaves tonos del azul-gris al viejo rosa, viejas chimeneas de blanca piedra calcárea, fregaderos en piedra antiguos, viejas puertas, gran mesa de granja y bancos de recuperación, todo compone un universo muy personal, auténtico y creado con pasión, una antigua ilusión tramada y madurada con el paso del tiempo, hecha realidad.
Campagne Chic&Broc. nº 24.