Restaurado siguiendo estrictamente las reglas del arte. Los colores de antaño, las tapicerías reeditadas para conseguir el esplendor del siglo de las luces, invitan a la fiesta en la Provenza francesa.
Para crear una atmósfera festiva, sobre las escaleras en piedra se han puesto a cada lado, filas de velas, que de alguna manera custodian la escultura en barro cocido representando el verano.
La cocina es auténtica de época, decorada con una magnífica de utensilios en cobre, y vajilla blanco marfil de la manufactura de Moustiers.
Armario vajillero del XVIII, ha conservado su pátina y color verde de origen por otra parte muy provenzal
.La historia de la fortaleza medieval se remonta a 1178, perteneciendo a la familia Sabran que la guardará por varios siglos. En el siglo XIII, Elzéar de Sabran y su esposa Dauphine, dedicaron su existencia a Dios, al cuidado de indigentes, Elzéar fue canonizado en 1369 y Dauphine proclamada beata, evolucionó a un culto más pujante. Cada año en el mes de septiembre una procesión rinde culto al amor místico y al amor a los humildes que ellos dos encarnaron.
El comedor vestido para la fiesta, lámpara de cristal de Murano, la tela de las paredes es una reedición de un modelo indiano del siglo XVIII.
El gran salón, restauradas todas las rocayas en escayola, en verde amanda su color de origen, es de lo más elegante de la Provenza.
Pequeño bureau, que lo mismo sirve de para fuegos de chimenea, que de pequeño escritorio para notas de amor, que por otro lado era lo que escribían las damas del siglo XVIII.
El gran salón ha recuperado todo su esplendor. Sobre una alfombra Aubusson, una mesa tric-trac para juegos de mesa rodeada de cuatro butacas de rejilla de época y estilo Rococó. Un espejo Regencia y un biombo decorado con paisajes de ruinas en el gusto de Hubert Robert,se puso tan de moda a finales del siglo XVIII, hacer el “Gran Tour” Conocer las ruinas de Pompeya y Herculano, este gusto hacia el clasicismo se reflejó en la pintura, en decoraciones.
Decorado enteramente al estilo del siglo XVIII, esta alcoba íntima tiene una fantástica cama a la Polonesa, se retranqueaban en la estancia para evitar corrientes.
www.chateauansouis.fr. Art&Decoration. Nº474