La cocina del «Mas» provenzal ha quedado en su auténtico ambiente. Una decoración auténtica, donde las baldosas se cemento hidráulico se hace notar como se acostumbra durante decenios. La cocina de hierro fundido no ha perdido su utilidad y el gran mueble cerrado por puertas metálicas ofrece un interesante plano de trabajo. A modo de protección, encastrados en el recubrimiento de la chimenea, azulejos de loza rodeados de un friso, delimitan el espacio.
En materiales de recuperación, vieja madera recuperada, uno de los materiales que mejor y más se rehabilitan, Aquí las planchas de madera, se convierten en los muebles y puertas de armarios, juiciosamente asociada con el acero inoxidable material asociado a las cocinas de los grandes chefs. Los muros y el techo están realizados en plafones de cemento en un color topo muy acogedor. La decoración delicada, asociada a diferentes objetos buscados en brocantes. Una lámpara con pantallitas, mesa de madera y sillas flamencas hacen un buen conjunto con un resultado muy agradable a la vista.
En un alegre juego de tesoros encontrados durante muchos años en brocantes. Con un fondo de delicioso tono empolvado. Fruto de incesantes búsquedas, la «table gibier» (Mesa que se utilizaba para poner las piezas de caza) se convierte en plano de trabajo. En la estantería se improvisa el vajillero lleno de elementos con charme. Decoración simple y bruta, que se tiñe de autenticidad gracias a los diversos utensilios, vajillas, vasos, una linea antigua escogida con esmero.
Una antigua casa de vacaciones totalmente abandonada, ha recuperado su alma, los dueños se han lanzado a la caza de tesoros, brocantes, anticuarios, materiales de demolición, materiales de época, nada ha dejado de ser escrutado por los dueños, su lema «Recuperación es escuela». Todas estas ideas se reflejan en la cocina, la isleta concebida con originalidad, cajones de botellas antiguos y cajones con sus tiradores de época se mezclan sabiamente. Muebles de oficio como la cajonera en pino, un antigua nevera utilizada de armario, estante colgante en tela metálica dejan espacio disponible.Todo esto sobre un suelo decorado con baldosas de época, resultado sobrio y elegante.
Con aires de antaño, esta cocina está pensada al detalle para conseguir ese aire de brocanter incluso con el confort actual y materiales de hoy en día. Sobre un suelo de grandes baldosas hidráulicas, los muebles de oficio han encontrado su espacio correcto. Vajillero, armario y mueble de mercería con múltiples tiradores, no son de adorno, son funcionales, guardan el menage de cocina. Una idea de decoración, los elementos bajos de la cocina pintados en un gris antiguo, las fachadas de los mismos con tela metálica de gallinero.
La simplicidad muchas veces es sinónimo de charme, como le pasa a esta cocina fruto de la recuperación y el bricolage ingenioso, la cocina parece que siempre ha estado así, las baldosas de tierra cocida son las de siempre, el horno de pan ahora hace las veces de barbacoa interior, cualquier sofisticación queda fuera de lugar en esta auténtica cocina.
Art&Décoration. Edition Massin
