El diseñador Butter Wakefield, ha tardado 18 años en transformar su casa de Londres en un espectacular jardín de campo en la ciudad. Bueno, solo un inglés perseverante es capaz de semejante hazaña, hay que tener en cuenta que para los ingleses el jardín, las flores, el exterior es tan importante como el interior. La colección de platos de loza decorados con temas florales, pone en evidencia la idea y el tema que predomina en la casa.
También son típicos estos espacios acristalados, Conservatory o green house, salones de música, solarium. desde donde se puede disfrutar del jardín evitando la inclemencia del tiempo, convertido en salón de lectura, en mi opinión abusan de colores fuertes, sin embargo el espacio se rentabiliza al milímetro.
Siempre un perro, me encanta la pasión de los ingleses por sus mascotas, la chimenea es de época, se han respetado los techos antiguos, y en esta caja de estilo, la decoración va enfocada al relax, al confort.
Office, comedor incorporado a la cocina, de diario, como siempre los inventores del confort, lo más cómodo del mundo tener una mesa para desayunos, comidas, el té, al lado de la cocina. El suelo de damero, blanco y negro en mármol un plus.
De este rincón destaco la banqueta de época tapizada en terciopelo verde, su función es de mesa movible, siempre poniendo una bandeja con el servicio, la superficie de estas banquetas no es estable.
Otro ángulo del salón, en las casas inglesas normalmente ponen moqueta, esta de fibra natural me parece maravillosa, y poner una piel de vaca encima una buena idea.
No hay habitación que escape a la idea de la decoración inspirada en la botánica, en los colores, en los detalles de adorno, buscar un hilo conductor en la decoración no es mala idea, en principio, pecar de obvio es un poco limitado.
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