La sobriedad del espíritu del siglo XIXº, se siente en los suelos de tarima, la altura de los muros, las lámparas de lágrimas que penden del techo, el retrato de época, se compensa con las notas refinadas de colores vivos.
En esta pared de uno de los dormitorios, un árbol lleno de pájaros(sticker de Ikea) contribuye al ambiente «Campagne chic».
Bañera antigua de píes de león, en hierro fundido, lavabos sobre balaustre, aportan la nota romántica en el cuarto de baño.
Me encanta la idea de las lámparas de lágrimas en cualquier espacio de la casa, aportan un toque de elegancia y estilo al espacio.
Un dormitorio de niña, lleno de encanto en la buhardilla de la casa. La cama de hierro ha dictado el color gris del mobiliario auxiliar en la zona baja del dormitorio, el encuadre de la cama con los travesaños pintados en blanco es un acierto, en el eje de los mismos, las cortinas en lino resultan un dosel fantástico. Una declinación de objetos rosa dan un toque dulce y suave al espacio.
Tarima de pino lavado, Sophie la decoradora ha decidido investir los espacios en un espíritu de época, creando pequeños salones íntimos con terciopelos, linos, cuadros sobre estantes a lo largo de los muros, lámparas de lágrimas de cristal, butacas confortables, meridianes o chasis-longue. Ofreciendo un confort digno de míticos palacios. El conjunto es una invitación a detenerse serenamente para disfrutar un confort XXL, entre la ciudad y el campo.
Campagne Chic&Broc. nº24
