Los cuartos de baño de las casas de campo, juegan con la asociación de materiales y estilos. La bañera antigua en zinc o en hierro fundido, lavabos en piedra o en hormigón armado, las calurosas maderas tintadas en los muros, dan un resultado sutil y armonioso.
Realizado con elementos de recuperación, el pequeño lavabo con un suelo de piedra en tono azul, lavabo recuperado decorado con un friso en zinc, un ojo de buey del siglo XVIII, hace las veces de espejo. Decoración elabora con elementos del pasado perfectamente asociadas a la nueva tecnología, como el grifo que funciona con lectura óptica.
En una armonía de tonos, desde el topo al chocolate, el baño resulta elegante y actual. Pone en valor la antigua bañera en zinc con patas de león, encontrada en un brocante. Completa la decoración la línea de baño de felpa en blanco.
Parece que refleja un pasado nostálgico. El mueble del lavabo es del siglo XIX, lo que sirve de lavabo es una simple palangana esmaltada, material utilizado durante decenios en el aseo personal y en la cocina, un espejo con su luna de mercurio del siglo XVIII, y a su lado espectacular alzapaños antiguo pone la guinda en la decoración.
Los muebles de pañería, es una opción fantástica para integrar en los cuartos de baño, este de aquí después de haber sido elevado para adquirir una altura funcional, se han encastrado dos lavabos en cerámica blanca, y el resultado una elegante sobriedad, para acentuar su espíritu retro apliques de lágrimas y lencería comprada en brocantes.
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