Clásica, de estilo campestre, con tintes de modernidad, la cocina meridional nos muestra sus diferentes facetas, sin por ello olvidar el auténtico encanto que la caracteriza. Piedras de la zona, baldosas, hierro forjado, cerámica, se reparten el espacio mezclando con encanto los diferentes elementos.
Colores del Sur, escalera en hierro forjado, inmensa alacena compuesta de puertas recuperadas, el suelo ha sido realizado con piedra del país, la alquimia perfecta para componer un ambiente provenzal lleno de encanto o de charme. Una cocina donde resalta a modo de isla un mueble de carnicero de gran personalidad, recuperado y actualizado con tomas a la luz disimulados en las patas del mueble.
En esta cocina se han inspirado en los colores provenzales. Engalanada con una tonalidad ocre tirando a amarillo luminoso. El gran contador en madera patinada, en su encimera una lámina de zinc protege la superficie de trabajo, le da un toque de autenticidad.
La cocina es la zona de los sentidos de la casa. Un friso de cantos rodados de río elegidos y calibrados, forman palabras que evocan a aromas de guisos ancestrales.
Esta cocina tiene un toque de modernidad, la cocina enteramente abierta, muros a la cal, el suelo realizado en hormigón. La isla de trabajo también en hormigón y la encimera de zinc.
Le tien, plato de verduras típico de la gastronomía provenzal, famoso por el chez Frederic Mistral, normalmente se aromatiza con hierbas de la Provenza francesa, se cuece lentamente en el horno. La cocina respira autenticidad y modernidad, toda la zona bajera vestida de negro mate, cerraduras niqueladas que no desentonan con los cajones en madera de olivo,y una encimera en piedra de Tavel (Región de Francia).
La cocina se plantea alrededor de un horno semi profesional. La isla central realizado de maderas recuperadas, se separa del resto de la estancia con un murete de mármol que permite que el agua del grifo no salpique. Inspirado en los fregaderos provenzales.
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