La celebración de un mercado Medieval, es una buena excusa para visitar la que ha sido capital del Maestrazgo, residencia de los Templarios y posteriormente en 1330 de su sucesora la Orden de Montesa, de todo lo cual existen vastos vestigios, empezando por la Iglesia Arciprestal, majestuoso alarde de templo gótico (siglo XV) con la portada principal de ábside románico (siglo XIII). En esta Iglesia se firmó el 26 de julio de 1429, el Tratado, que con la renuncia de Clemente VII, sucesor del llamado Papa Luna, puso fin al Cisma de Occidente, con la decisiva intervención de un humilde párroco de San Nicolás de Valencia, llamado Alfonso de Borja, que más tarde sería elegido papa con el nombre de Calixto III y cabeza de la dinastía papal de los Borgia.
Son de interés, los palacios góticos de los Borrull, el de la Cort Nova y el del marqués de Villores, de fachada renacentista e interior gótico, así como el Convento de las Madres Agustinas del siglo XVII.
Sin embargo, el interés de Sant Mateu, es recorrer sus calles estrechas cargadas de historia.
El arte de la caza con cetrería, en un puesto, elegantemente ambientado donde, desde el águila real, el halcón, hasta una pequeña lechuza, están impasibles en sus puestos, esperando a que se las admire. Es una delicia contemplarlas.
