Con la cocina integrada, integrado en un loft o en un espacio aparte, el comedor debe ser por encima de todo un lugar de convivencia para recibir a la familia y amigos. Si el comedor es abierto, debería respetar el estilo de la casa, para conservar una armonía. Pero se puede igualmente jugar con los contrastes y combinación de diferentes estilos, para darle ritmo a la decoración y aportar un toque personal. La claraboya expande una dulce luz zenital, las sillas vestidas de una funda de lino, las viste de elegancia, oculta su estilo y le dan un toque de modernidad a la mesa cuadrada antigua, inglesa, con esa pata, no puede ser de otra parte. Un antiguo mueble de notario con las cajoneras de origen, ha encontrado su sitio en esta refinada decoración, en el muro un cuadro de Monica Sanchez Robles.
El clasicismo adaptado de este comedor, integra elementos antiguos como el suelo de mosaico del siglo XIXº, el techo de estuco, pero invita a la modernidad a través del refinado mobiliario de Luz Interiors y una monumental lámpara de metal y cristal.
Aquí, la decoración juega con el contraste de la presencia de la mesa de Jean-François Millevoye, realizada en metal y pizarra y la ligereza de las sillas»Bunny» (BHV) inspiradas en el celebre modelo de Arne Jacobsen. En esta decoración, se ha jugado con la mezcla de materiales, madera, hierro, pizarra.
Me encanta la mezcla refinada de este comedor, que asocia una mesa de pino macizo, sillas Topix de espíritu industrial, armarios chinos en metal y una cabeza de Buda traído de un viaje.
En esta antigua granja de la Drôme, se comparte el almuerzo en un ambiente auténtico, rodeado de viejas piedras. La originalidad reside en la asociación de elementos industriales y contemporáneos, como las sillas Tolix, encontradas en la región, las lámparas recuperadas, y en el muro sobre la piedra una gran tela abstracta de Hubert Oddo.
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