En el Palau de les arts, Reina Sofía, de Valencia, vimos el martes pasado, la última ópera de la temporada, a mí me gustó, aunque las entendidas en ópera, comentaron que más que cantar con sentimiento, hacen un alarde de potencia de voz, en mi opinión la ópera es un todo, y la escenografía también cuenta, y en este caso, aunque la puesta en escena era antagónica en el tiempo, estaba muy lograda, todo en grises y negros, la calificaría de elegante, en fin, hay que tener en cuenta que no estamos en la Scala de Milán.