teñido de blanco, el pardalot, ofelia aparici

En el campo Percheronne, una antigua villa del siglo XVII, prepara la Navidad en familia a la luz de las velas, la casa se ilumina de miles de luces y adquiere tintes dorados, fuera, la nieve cae y cubre el paisaje y el jardín de un suave y bonito manto blanco. De extrema sobriedad con sus piedras blancas, su tejado a cuatro aguas. La casa es típica de la región de Perche.

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Una antigua granja de mediados del siglo XVII, que los propietarios compraron hace un año. La casa fue un verdadero golpe al corazón; sus viejas piedras, sus espectaculares volúmenes, sus chimeneas y sus materiales de origen fueron una invitación para conseguir esta edificación. La casa ya había sido restaurada, se cambió los colores y alguna terminación.

En el pasillo de gran sobriedad que desemboca en los dormitorios, con el suelo de baldosas antiguas, solo algunos animales blancos de granja de creación, animan la escena.

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Los nuevos dueños, son dos grandes «Buscadores de tesoros», y les gusta la pátina del tiempo en los muebles y en los objetos, algo que han conseguido con pasión. Del lado color, para resaltar las viejas piedras de Perche, los tonos son muy naturales. Desde el blanco roto, marrones, beiges, grises y justo un toque de verde caki para dar eco al verde natural del parque de Perche.

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De lado de decoración, los muebles de la antigua casa han conseguido su sitio, completados por otros más adaptados a los grandes volúmenes. Muchos muebles adquiridos con el paso del tiempo en brocantes y anticuarios, nada de gran valor, pero se ha conseguido un bonito ambiente cálido reafirmado por toques de modernidad. En la cocina y comedor, una gran chimenea de época calienta todo el espacio, muebles contemporáneos de «Chez nous campagne» Hasta la mascota familiar ha encontrado su sitio.

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La atmósfera de la casa es apasionante y la vista del jardín refuerza la sensación de lo bien hecho. La naturaleza forma un estuche de encanto alrededor de esta villa y el tiempo parece que se ha estancado. Solo el canto de los pájaros y el sonido emitido por el viento en los árboles te remiten a la realidad.

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Sobre el muro tono casi, una colección de oleos del siglo XVIIº, comprada en el transcurso de 20 años, mezclados con retratos de animales de Catherine Gouny. Me encanta este rincón.

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Tintes naturales en el dormitorio, se consigue una atmósfera plena de serenidad. Espíritu minimalista, alrededor de la magnífica chimenea del siglo XVIIº.

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Pequeño bodegón de curiosidades de coleccionista, al fondo un grabado de Michael Cailloux.

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En el dormitorio principal, delante de la cama un banco antiguo pintado de blanco, las mesillas son dos banqueta en blanco, donde reposan dos lámparas de espíritu industrial, colcha en lana, almohadones de Marruecos, la decoración es la imagen de la casa: Simple y auténtica.

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Una combinación lujosa en el cuarto de baño, ducha a la italiana o bañera, han hecho la decoración, un retrato antiguo, un sobrio bigotudo observa la escena, en la chimenea se ha condenado con un mueble de cajones americano.

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Sobre la chimenea, colección de cerámicas de origen marroquí y colección de frascos antiguos de perfume.

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Colección de espejos antiguos y frascos, componen una cautivadora naturaleza muerta.

 

 

Maisons de Campagne. Novembre/Décembre 2018.

 

 

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