un atelier transfigurado, el pardalot, ofelia aparici

Este antiguo taller de costura en Lyon, sedujo a Karine, experta buscadora, consiguió, después de la reforma, un espacio refinado con encanto y al mismo tiempo un estilo campestre y urbano. Lyon (Francia) y su región, está repleto de bellas casas del siglo XIXº, de fuerte personalidad. Karine, descubrió este antiguo taller de costura, la casa rezumaba un encanto nostálgico, cuando lo encontró estaba repleto de rollos de tela de lycra, apilados, ya que se dedicaba a la confección de maillots para patinaje. Vio enseguida el potencial de la casa, pensó : Estoy delante de un diamante en bruto, que solo necesita tallar.

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En la entrada, baldosas hidráulicas en el suelo, puerta separadora metálica vestida de vidrio esmerilado, ventilador de época, el estilo del siglo XIXº se impone.

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En el salón, un gran sofá de terciopelo negro, entrenado entre dos baules de viaje antiguos, dos lámparas del siglo XIXº, sirven de luz  de lectura sobre el baul. A cada lado de la chimenea, dos puertas en pino en bruto, esconden los armarios  para ordenar  vajillas, enseres de casa. En el muro desnudo, a ladrillo visto, un espejo del siglo XIXº , debajo velador en madera bruta, una pared bien resuelta.

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Los colores claros y elegir un tono monocromo, constituyen un hilo conductor permanente, el resultado una harmonía común a todas las piezas, aunque los estilos sean diferentes.

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El cuarto de baño, prolonga el estilo acogedor del dormitorio, los mismos tonos y el mismo efectos gráficos en el muro, espejo de estructura metálica a tres paneles, del mismo tono gris azulado. La idea de Karine , de colgar parejas de lámparas es encantadora, resulta ideal.

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En el dormitorio el efecto gráfico de las vigas del techo, continua con el papel pintado en largas rayas en tono gris, un gran trumeau se ha convertido en cabecero de cama, colcha en lino gris, almohadones en algodón blanco. Fascinante.

 

 

 

 

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